El tenis es el pasatiempo de Victoire, un chico de 10 años que vive en Goma, ciudad de 160.000 habitantes ubicada al este de la República Democrática del Congo.
“Vito” es el protagonista de uno de los grandes virales del 2019. Seguro lo vieron: el niño africano que encordaba la raqueta a mano, con una pinza y la rama de un árbol.
El video lo subió Christian Okota, entrenador a cargo de la escuela de tenis local. Tuvo casi 500.000 reproducciones pero llegó a varios miles de millones de reproducciones. Reconozcan si no les entró una basurita en el ojo al verla. Peor va a ser con lo que contamos a continuación.
El cordobés Pedro Cachin vive en Barcelona hace varios años. Viajó desde su Bell Ville natal con el objetivo de consolidarse como tenista profesional y con paciencia va construyendo un camino en el que todavía intenta llegar a lo más alto. Cachin estaba en BCN TennisLab, una tienda de tenis en la que personalizan raquetas, próxima a su casa en Barcelona. Una mañana cualquiera, el cordobés pasaba el rato junto al encordador Xavier Colomina y otro puñado de jugadores más cuando vieron el video en el teléfono de uno de ellos.
Hubo un silencio y Colomina tomó la palabra. “Me gustaría que cada uno de ustedes ponga un par de euros. conseguir una máquina usada y así se la enviamos a este chiquito”. La decisión de no quedarse solamente con ese sentimiento especial que les generó el video estaba tomada.
Colomina es alguien conocido para muchos tenistas españoles pues es quien se encarga de mejorarle el peso, balance y demás cuestiones a las raquetas de Pablo Carreño, Roberto Bautista Agut, Karen Khachanov, Roberto Carballes y muchos otros más.
Ahí nomás, Cachin fue el primero en asentir y tuvo una propuesta más espontánea y directa: el cordobés poseía una máquina de encordar portátil Bartom, que se había llevado en su primera incursión a Europa y tras viajar con ella por varios lugares del mundo y ahora la tenía descansando sin uso en su casa.
“No demos más vueltas… A mí también me haría bien y nos haría felices a todos que podamos hacerle llegar esta máquina”, dijo Cachin en ese momento.
Entonces, el cordobés se encargó de la logística de conseguir los datos de quién era el chico y se contactó con la Fundación Tennis Aid, que se ocupa de potenciar el tenis en toda África. Ellos conocían al entrenador y al niño en cuestión. Con esa información, Colomina se encargó de llevar la máquina a una oficina de UPS. Ya estaba camino al Congo.
Cuando Okota le contó a Victoire que un jugador de la Argentina había decidido enviarle su máquina de encordar, el chico se largó en llanto. No pudo contener la emoción. Se interesó por saber desde dónde se la enviaba y hasta porqué lo hacía.
Un par de días después, llegó la máquina y voilá (?).
Para Cachin fue algo natural hacerlo y no hizo ningún tipo de alarde al respecto. Al contrario: le gustaría que otros se sumaran a su iniciativa. “Esto fue de un día para el otro y es un agrado poder ayudar a alguien con necesidades. Saber que el chico se puso feliz es algo muy lindo”, dijo.
Tomado de http://www.fuebuena.com.ar